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En la sociedad mexicana, las pensiones por retiro son un tema de gran relevancia, ya que representan la seguridad financiera para los trabajadores una vez que alcanzan la edad de jubilación. Estos beneficios se originan a través de un sistema de contribuciones durante la vida laboral activa de un individuo. Por lo general, una parte del salario se destina a un fondo de pensiones, administrado por instituciones como el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) o el Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), dependiendo del régimen al que pertenezca el trabajador.
El propósito fundamental de las pensiones por retiro es proporcionar estabilidad económica a los jubilados, permitiéndoles mantener un nivel de vida adecuado y cubrir sus necesidades básicas, como vivienda, alimentación, salud y recreación, durante su vejez. Esta seguridad financiera es esencial para garantizar el bienestar de los adultos mayores y protegerlos de caer en la pobreza o la indigencia en su etapa de retiro.
Sin embargo, el panorama de las pensiones en México ha experimentado cambios significativos en las últimas décadas. Una de las reformas más importantes ocurrió en la década de 1990, en respuesta a las confrontaciones financieras del IMSS y otros sistemas de seguridad social. Estas reformas tuvieron un impacto particular en las generaciones más jóvenes, limitando su acceso a pensiones garantizadas y orientándolos a planificar su futuro financiero de manera independiente.
Además de las reformas gubernamentales, es importante destacar el papel de las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores) en el panorama de las pensiones en México. Estas instituciones juegan un papel crucial al administrar los fondos de pensiones de los trabajadores, invirtiendo los recursos de manera que generen rendimientos y asegurando que los jubilados reciban los beneficios correspondientes de manera oportuna y justa.
Las reformas incluyeron modificaciones en los requisitos de edad y cotización necesarios para acceder a una pensión completa, lo que afectó significativamente la percepción de seguridad financiera de los trabajadores más jóvenes. En este contexto, es crucial preguntarse: ¿a qué edad NO PUEDES jubilarte con ISSSTE o IMSS?
Las generaciones económicamente activas que enfrentan restricciones para acceder a una pensión completa del IMSS o ISSSTE son las personas nacidas entre 1981 y 1996 (generación Millennial) y los jóvenes nacidos entre 2000 y 2015 (generación Centennial). Esto significa que estas generaciones, si bien pueden tener la opción de cotizar en el sistema de pensiones, no podrán acceder a una pensión completa o podrían enfrentar mayores requisitos de edad y cotización para obtenerla. Sin embargo, es importante tener en cuenta que las reglas específicas pueden variar según el caso individual y el régimen de pensiones al que estén afiliados los trabajadores.
En conclusión, para las generaciones más jóvenes, es esencial estar bien informados sobre las regulaciones actuales y considerar opciones adicionales de ahorro y planificación financiera para asegurar una jubilación digna y sin contratiempos financieros.