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En el entorno laboral, cuando un trabajador concluye su relación con una empresa, es común que surjan dudas sobre los pagos que le corresponden. Aunque el finiquito, que incluye conceptos como vacaciones, prima vacacional y aguinaldo, se aplica en todos los casos, la indemnización de 20 días por año trabajado solo procede en situaciones específicas contempladas por la Ley Federal del Trabajo (LFT).
¿Qué se paga al finalizar la relación laboral?
El pago que corresponde a un trabajador al finalizar su vínculo laboral varía dependiendo de cómo y por qué termina. Si el trabajador decide renunciar voluntariamente, tiene derecho a recibir las partes proporcionales de las prestaciones que haya generado, tales como:
- Vacaciones: 12 días por el primer año, aumentando dos días por año hasta alcanzar 20 días después de cinco años trabajados.
- Prima vacacional: 25% sobre el salario correspondiente a los días de vacaciones.
- Aguinaldo: 15 días de salario.
Estos conceptos se agrupan en lo que se denomina comúnmente como «finiquito», aunque la LFT no utiliza este término oficialmente.
¿Qué pasa en los acuerdos entre empresa y trabajador?
En algunos casos, cuando es la empresa quien decide terminar la relación laboral, se busca un acuerdo en el que el trabajador presente su renuncia voluntaria. En estos casos, al finiquito se le pueden sumar:
- Prima de antigüedad: 12 días de salario por cada año trabajado, con un tope de dos veces el salario mínimo.
- Gratificación o liquidación: en muchas ocasiones se ofrece una cantidad equivalente a tres meses de salario como parte del acuerdo, aunque este concepto tampoco está contemplado en la LFT.
Indemnización de 20 días por año trabajado: ¿Cuándo aplica?
Contrario a la creencia popular, las empresas no siempre están obligadas a pagar una indemnización de 20 días por año laborado. Este tipo de indemnización está claramente regulado por el artículo 50, fracción II de la LFT, y solo aplica en cuatro situaciones muy concretas:
- Negativa a la reinstalación tras un despido injustificado: Si un trabajador es despedido de manera injustificada y gana un juicio en el que se le concede la reinstalación, el empleador puede optar por no reinstalarlo, pero deberá pagarle 20 días de salario por año trabajado.
- Rescisión sin responsabilidad del trabajador: Si el trabajador se separa del puesto por causas justificadas dentro de los 30 días posteriores a que se presente alguna de las situaciones descritas en el artículo 51 de la LFT, podrá exigir la indemnización de 20 días por año laborado.
- Terminación de relaciones colectivas de trabajo: Cuando una empresa implementa nuevas tecnologías o maquinaria que requiere la reducción de personal, los empleados afectados tienen derecho a una indemnización de 20 días por año trabajado, además de cuatro meses de salario.
- Insumisión al arbitraje: En los casos en los que el empleador se niega a someter sus diferencias a juicio o a aceptar una sentencia, el Tribunal puede dar por terminada la relación laboral y condenar al patrón a indemnizar con 20 días por año laborado.
Conclusión
La indemnización de 20 días por año trabajado no es un derecho que aplique en todos los casos de despido o renuncia. Solo se otorga en situaciones muy específicas, principalmente cuando intervienen los tribunales laborales o cuando se presenta una negativa a la reinstalación del trabajador. Las empresas deben tener claro cuándo están obligadas a realizar este pago para evitar errores o malentendidos legales.