EFOS y EDOS en México: Comprendiendo el Esquema de Facturación Ilícita

En el ámbito fiscal mexicano, los conceptos de EFOS y EDOS son fundamentales para entender ciertos esquemas de evasión fiscal y las medidas que ha implementado el Servicio de Administración Tributaria (SAT) para combatirlos. Estos conceptos, que corresponden a las siglas de Empresas que Facturan Operaciones Simuladas (EFOS) y Empresas que Deducen Operaciones Simuladas (EDOS), son actores clave en un esquema comúnmente utilizado para reducir ilegalmente la carga tributaria de personas físicas y morales en México.

¿Qué son los EFOS y EDOS?

Empresas que Facturan Operaciones Simuladas (EFOS):

Las EFOS son empresas o entidades que, aunque pueden estar constituidas formalmente, no cuentan con una operación comercial o productiva real. Su actividad principal es emitir comprobantes fiscales, conocidos como facturas, por servicios o bienes que nunca se realizaron ni existieron en realidad. Estas empresas venden facturas con el propósito de que otras entidades deduzcan gastos ficticios, disminuyendo así el monto de impuestos a pagar.

Empresas que Deducen Operaciones Simuladas (EDOS):

Por otro lado, las EDOS son empresas que adquieren esas facturas falsas emitidas por las EFOS y las registran en su contabilidad como si fueran deducciones válidas. Al hacer esto, presentan un registro de gastos inflado ante el SAT, lo cual les permite reducir su base gravable y, por lo tanto, pagar menos impuestos de los que realmente corresponderían. Este esquema les permite aparentar una operación legal y tener un beneficio fiscal indebido.

Funcionamiento del Esquema EFOS y EDOS

El esquema inicia con las EFOS, que se constituyen con documentación aparentemente en regla y obtienen su Registro Federal de Contribuyentes (RFC) en el SAT. Estas empresas suelen ser de reciente creación, y sus representantes o socios son personas físicas que, en muchos casos, no tienen el conocimiento o la capacidad para operar el negocio que dicen tener. Estas EFOS venden sus facturas a distintas empresas (EDOS), quienes simulan haber recibido un servicio o bien a través de estos documentos. Los montos en estas facturas pueden variar según la necesidad del cliente (la EDO) para ajustar su contabilidad y reportar deducciones infladas.

La relación entre ambas entidades funciona de la siguiente manera:

  1. La EFOS emite una factura por un servicio o producto inexistente.
  2. La EDO recibe esta factura y la incluye en su contabilidad, presentándola como un gasto legítimo.
  3. Al contabilizar ese gasto, la EDO reduce su base gravable, es decir, el monto sobre el cual debería calcular y pagar impuestos.
  4. Las EDOS pagan una comisión a las EFOS por proporcionar estas facturas.

Este esquema es atractivo para algunas empresas, ya que aparenta legalidad en sus registros contables y permite una deducción de impuestos significativa.


¿Para qué sirven los EFOS y EDOS?

La utilización de EFOS y EDOS se basa en el interés de las empresas por reducir su carga fiscal. Al aparentar tener más gastos de los realmente incurridos, las EDOS logran reducir su pago de impuestos. Este tipo de prácticas impacta negativamente en la recaudación del Estado y fomenta una cultura de evasión fiscal, lo cual afecta el desarrollo económico del país. Los recursos no recaudados, que podrían destinarse a inversión en infraestructura, salud, educación y otros servicios públicos, se pierden debido a estas prácticas.

Para el gobierno, combatir a los EFOS y EDOS representa una prioridad, ya que estas prácticas constituyen delitos de defraudación fiscal. A través de estas entidades, se generan pérdidas millonarias que afectan los ingresos públicos.

Medidas de Combate y Consecuencias Legales

Ante el impacto económico negativo de las operaciones simuladas, el SAT ha implementado medidas de combate y sanción para empresas y personas que participan en estos esquemas. En los últimos años, el SAT ha reforzado sus procesos de auditoría y fiscalización y ha impulsado reformas legales, como la del artículo 69-B del Código Fiscal de la Federación (CFF), que permite identificar y sancionar a las EFOS y EDOS.

El artículo 69-B del CFF establece que cuando el SAT detecta que una empresa es una EFOS, se publica una lista de la misma en el portal del SAT. A partir de esa notificación, las empresas señaladas tienen un plazo para comprobar que las operaciones por las cuales emitieron facturas son legítimas. Si no logran probar la existencia de estas operaciones, quedan oficialmente catalogadas como EFOS y enfrentan las consecuencias legales correspondientes.

Para las EDOS, si se determina que han utilizado facturas de operaciones simuladas, se les exige la rectificación de su contabilidad y la liquidación de los impuestos omitidos, junto con multas y sanciones que pueden incluir procesos penales. A partir de las reformas fiscales implementadas en 2020, la facturación de operaciones simuladas y la participación en esquemas de EFOS y EDOS pueden ser consideradas delitos graves, que ameritan prisión preventiva oficiosa.

Impacto en las Empresas y Consideraciones Fiscales

La creciente vigilancia y las sanciones establecidas por el SAT han generado una mayor concientización en las empresas sobre la importancia de llevar una contabilidad limpia y evitar la participación en esquemas de facturación simulada. El uso de facturas falsas se ha convertido en un riesgo considerable para cualquier negocio, ya que las sanciones pueden ir desde multas hasta la disolución de la empresa y responsabilidades penales para los responsables.

Para prevenir caer en este tipo de prácticas, es recomendable que las empresas:

  • Realicen auditorías internas para verificar la legitimidad de los proveedores y las transacciones que registran en su contabilidad.
  • Contraten servicios de empresas confiables, que demuestren estar en pleno cumplimiento de sus obligaciones fiscales.
  • Eviten recurrir a ofertas de “facturación” que ofrezcan deducciones fiscales poco justificables o servicios que no necesitan.

En conclusión, los esquemas de EFOS y EDOS representan un reto para el sistema fiscal mexicano, que requiere de esfuerzos tanto del sector público como del privado para combatir estas prácticas. La identificación y sanción de las empresas que se dedican a la facturación de operaciones simuladas son fundamentales para reducir la evasión fiscal y fortalecer las finanzas públicas en beneficio de la sociedad en su conjunto.

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