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Si planeas adquirir un automóvil, ya sea nuevo o usado, y piensas pagarlo en efectivo, es fundamental estar informado sobre ciertas restricciones legales. Según la Ley para la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos Ilícitos, la compraventa de vehículos se considera una actividad vulnerable, restringiendo el uso de efectivo para estas transacciones a un máximo de 3,210 veces la UMA, lo que equivale a 348,509 pesos.
La Ley Antilavado de Dinero incluye una lista de actividades susceptibles a delitos financieros, y en la fracción VIII del Art. 17, se menciona específicamente la compraventa de vehículos. Además de limitar el pago en efectivo a 348,509.70 pesos (cifra actualizada para 2024), la ley impone varias obligaciones a quienes realizan estas actividades, como las agencias y concesionarias de autos:
- Identificación de Clientes: Deben identificar a los clientes con quienes realizan transacciones, solicitando documentos como identificación oficial y Constancia de Situación Fiscal.
- Reportes a la Secretaría de Hacienda: Tienen que presentar avisos sobre las actividades vulnerables realizadas y la identificación de los clientes.
Es crucial tener en cuenta que exceder el límite de pago en efectivo o no declarar impuestos puede poner a los compradores bajo la vigilancia del SAT.
Obligaciones Fiscales en la Venta de Autos
Las transacciones entre particulares, así como aquellas realizadas por personas físicas con actividad empresarial o profesional, están sujetas a pagar el Impuesto Sobre la Renta (ISR) y el Impuesto al Valor Agregado (IVA). Esta obligación fiscal se aplica sin importar el tipo de vendedor, ya sea un individuo sin actividad comercial formal o una persona dedicada profesionalmente a la venta de bienes o servicios.
La ganancia obtenida de una venta se distribuye entre los años desde la adquisición inicial del bien hasta su venta, con un límite máximo de 20 años. Esta medida busca equilibrar la carga fiscal a lo largo del tiempo. La «ganancia acumulable» se suma a otros ingresos del año y se calcula según las disposiciones de la Ley del Impuesto sobre la Renta (LISR).
En resumen, si estás considerando la compra de un vehículo y planeas utilizar efectivo, es esencial conocer estas regulaciones para evitar problemas legales y fiscales.