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El Servicio de Administración Tributaria (SAT), órgano adscrito a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), es la máxima autoridad en materia fiscal en México, y tiene la facultad de supervisar los movimientos financieros de los contribuyentes. Esta entidad se encarga de asegurar que las declaraciones de ingresos coincidan con los movimientos bancarios, además de poder aplicar sanciones si se detectan irregularidades.
El SAT no establece un límite específico sobre la cantidad de dinero que una persona puede tener en sus cuentas bancarias o tarjetas de débito. Sin embargo, las instituciones bancarias están obligadas a reportar a la autoridad fiscal cualquier depósito que supere los 15,000 pesos en un solo mes. Esto no significa que el contribuyente será sancionado automáticamente, pero si hay discrepancias entre los ingresos declarados y los movimientos en sus cuentas, el SAT podría solicitar aclaraciones o iniciar una auditoría.
Este monitoreo es parte de las herramientas que el SAT utiliza para garantizar el cumplimiento de las obligaciones fiscales y evitar la evasión de impuestos. Ante cualquier inconsistencia, el contribuyente podría enfrentar multas u otras acciones correctivas. Es importante que las personas que realicen operaciones financieras importantes mantengan sus declaraciones fiscales en orden para evitar problemas con la autoridad.
¿Qué hacer si el SAT detecta movimientos inusuales?
En caso de que el SAT identifique movimientos que no correspondan a los ingresos declarados, es posible que el contribuyente sea requerido para justificar la procedencia de los fondos. Por ello, es crucial contar con documentación y comprobantes que respalden las transacciones realizadas en las cuentas bancarias.
Este tipo de supervisión no implica que el SAT imponga restricciones sobre el dinero que los contribuyentes pueden tener, pero sí subraya la importancia de declarar correctamente los ingresos para evitar sanciones innecesarias.